Salvador Villacreces no recuerda la marca de la primera cerveza que tomó; lo que sí recuerda fue que su padre se la dio a probar y no le gustó.
Años después, probó su primera cerveza artesanal, una Sierra Nevada Pale Ale, y esta sí le agradó, y no solo recuerda su sabor, sino dónde la tomó y el momento. “Estaba en un lugar precioso de Irlanda”, rememora.
De España a Panamá
Salvador trabajó en cervecerías en Madrid y en Cerveza Milana en Valladolid. Un día un amigo le pasó un dato: en Panamá, país que no conocía, una cervecería que estaba por iniciar operaciones buscaba un maestro cervecero, aplicó y consiguió la plaza. Empacó sus maletas y tiene dos años ya de cuidar celosamente la calidad de las cervezas que se elaboran a diario en Cervecería Clandestina .
Las clandestinas
Cervecería Clandestina es una fábrica artesanal de gran capacidad y alta calidad. En ella se producen cinco presentaciones fijas de cerveza y cinco estacionales.
Si usted conoce y aprecia la cerveza artesanal Guerra Fría, una pilsen con una potente base maltosa; si nunca las ha probado, Villacreces recomienda Ley Seca; una pale en la que predomina el sabor a malta con notas a caramelo y toffee, que además la puede maridar con un postre.
El maestro cervecero recomienda tomarla acompañada de un dulce de zanahoria.
Escucha el podcast El Postre y conoce más de Salvador Villacreces y Cervecería Clandestina:
Comentarios Recientes