El azafrán es una especia que se usa en pequeñas cantidades, mínimas, pero al usarla se consigue algo grande. El azafrán da mucho sabor, aroma y color. Y así empezó todo para Álvaro Perrino: “azafrán” para él, hace 20 años, cuando era estudiante de cocina, era una palabra que le venía a la mente, que escribía en sus libros y, claro está, utilizaba en sus preparaciones. Hace cinco años Álvaro escribe Azafrán con mayúscula, ya que es el nombre propio de un sueño cumplido, su propio restaurante.

Por culpa del café
Álvaro tiene la costumbre de ir a una cafetería en Coco del Mar; en camino a su restaurante en avenida Los Fundadores en San Francisco, pasaba frente a una casa ubicada en la avenida 5 sur en Coco del Mar, que tenía un letrero de “Se alquila”, y siempre le llamaba la atención. Un día decidió llamar y visitar la casa, y desde que entró a ella lo supo, esa sería la casita donde albergaría su bistró. Restauró la casa, que data de 1949; la fachada es la original y remodeló el interior para conseguir lo que quería, un ambiente acogedor donde todo el que lo visite se sienta en casa.

Locales y viajeros
Álvaro es de origen español, y algunos de los platos que sirve en su restaurante también lo son, sobre todo su plato favorito, uno del que no se cansa: las croquetas, que hace con la receta de su abuela, y uno que otro toque secreto que no quiso revelar. La cocina de Azafrán es cocina del mundo, donde se utilizan productos locales, todos los vegetales y los pescados son locales y productos viajeros, los importados, con los que se apoya para desarrollar el concepto de su restaurante día a día.