Ubicado justo en la entrada del Casco Antiguo, con un menú exquisito, ambiente relajado, pero moderno, y con una cálida iluminación gracias a sus amplios ventanales, existe uno de los restaurantes más populares en su categoría. Uno que cautiva a cada cliente que lo visita y cuyo éxito nace de la historia de una emprendedora argentina y un apasionado chef español.
Nino Muñoz y su esposa Geraldina Marcos, nos cuentan la historia de cómo se encontraron para iniciar Santa Rita, un proyecto que es la perfecta fusión entre sus raíces, y que crearon juntos a partir de su más grande pasión en común: la gastronomía.

Empecemos con lo más importante: ¿Cómo Nino y Geraldina se unieron en el camino?
Nino:
empecé a los 19 años con mi primer restaurante llamado “La Masía”, en Barcelona, San Cugat del Vallés. Tuve una trayectoria muy buena con él: se convirtió en uno de los mejores restaurantes de la zona, con comida tradicional mediterránea y catalana. De ahí fui creciendo: empecé con 50 comensales y acabé con 500. Así terminé acogiendo eventos como bodas, bautizos, bailes, entre otros. Esto fue en un transcurso de ocho años. Posteriormente, incursioné en otro local con un estilo diferente: se trataba de una discoteca restaurante llamado “Bocca”. Era más moderno, grande y con cocina fusión. Entonces, en el 2006, sucedió: conocí a Geraldina.
Geraldina: yo trabajaba en Buenos Aires y me tocó ir a Barcelona por un traslado corporativo. En el 2005 fui a vivir allá y al año siguiente nos conocimos. Trabajo desde los 18 años en restauración. Empecé trabajando como host mientras estudiaba mi licenciatura en comunicación en la UBA. Pero toda la vida trabajé en gastronomía. Trabajamos juntos cuando empecé a encargarme de las relaciones públicas de los locales de Nino en España y en el camino… nos enamoramos. Sin embargo, no fue hasta el 2013 cuando decidimos cambiar nuestras vidas. Sentíamos que ya habíamos hecho todo en Barcelona y era hora de aventurarnos en otro país.

Tataki de atún blanco sobre ‘risotto’ de hongos.

¿Por qué Panamá para continuar con su aventura gastronómica?
Nino:
consideramos muchos países, entre ellos, Argentina, Buenos Aires, pero varios clientes de mi restaurante nos recomendaron Panamá. Entonces, hice un viaje para conocer Panamá, me gustó y decidimos apostar por este país. Panamá tiene muchísimas cosas buenas, que mejor no las digo porque vienen todos los españoles a competir aquí (risas). Me gusta su gente, su clima agradable, sus muchas oportunidades y su gran potencial por desarrollar.
Geraldina: estamos absolutamente enamorados de este país. Llegamos en el 2014 con nuestros dos niños Máximo y Aroa, que son unos panameños más. Empezamos nuestra aventura con el Hotel Casa Panamá en el 2015 y en el 2016, inauguramos Santa Rita y comenzamos este camino gastronómico.

‘Entrecot’.

¿Qué es lo que buscan transmitir en Santa Rita?
Nino:
a nivel gastronómico, que es una fusión de culturas: platos españoles y argentinos con toques panameños. Queremos transmitir que nuestra cocina es tradicional, sencilla, pero con un toque moderno, basado en productos de calidad, con el que consigues un espectacular resultado final.
Geraldina: además de ello, Santa Rita quiere dar una experiencia completa. Que la gente venga y se sienta como si estuvieran en casa. Que sientan que vienen a pasar un buen rato entre amigos, con buen ambiente, música en vivo todos los jueves, viernes y sábado. Estamos siempre presentes para nuestros clientes.
Nino: lo que buscamos es el placer de los sentidos. Satisfacer el gusto, vista, olfato, y con eso conseguir un gran ambiente para nuestros clientes. Que sea tal como dice Geraldina: una experiencia completa.

¿Cómo eligieron el nombre “Santa Rita”?
Nino:
el nombre del restaurante está inspirado en la Virgen de los Imposibles. Es una virgen italiana a quien le rezas para que las causas muy difíciles se cumplan. Ese fue nuestro caso, ya que incursionar en el Casco Antiguo no fue nada fácil, pero con mucho trabajo lo logramos.

Hamburguesa de salmón y camarón, hongos, cebolla caramelizada y salsa de queso azul.

¿Por qué en Casco Antiguo?
Nino:
escogimos Casco Antiguo porque es un punto histórico de referencia de la ciudad con mucho potencial. En todas partes del mundo este tipo de áreas son atractivos como puntos turísticos.
Geraldina: al inicio, nadie apostaba por esta ubicación para el restaurante, ya que se encuentra en el límite del Casco Antiguo, pero finalmente ha demostrado ser una ubicación estratégica con muchas ventajas. Al estar en la entrada de Casco, con menos tráfico y valet parking, es mucho más cómodo para nuestros clientes.

¿Cómo ha sido esta experiencia para ustedes?
Geraldina:
creo que el mayor reto ha sido adaptar la materia prima a la cocina mediterránea. Pero ha sido un camino de constancia y mucho trabajo. Por suerte, nos ha ido muy bien. Somos de la filosofía de estar siempre presente para nuestra clientela y que se sientan parte de nuestro restaurante.

¿Qué sigue para Santa Rita?
Geraldina:
actualmente, Santa Rita es un referente para eventos sociales como comuniones, bautismos, cumpleaños y bodas con posibilidad de exclusividad. Nos adaptamos tanto al gusto como al presupuesto de nuestros clientes. También hemos tenido la suerte de trabajar de la mano con grandes empresas para sus eventos corporativos y seguiremos trabajando para atraer a más empresas y clientes.
Nino: además, tenemos dos proyectos muy interesantes relacionados a la gastronomía que ¡pronto saldrán a la luz!